miércoles, 2 de diciembre de 2009

El capitalismo a través de la Historia


Los ingredientes para el surgimiento del Capitalismo empezaron a formarse a mediados del siglo XIII con el comienzo del desarrollo del comercio en Europa a causa del proceso de urbanización y el aumento poblacional.
Durante el siglo XV, se produjo conla expansion ultramarina de Europa, el descubrimiento de América, lo que contribuyó a fomentar la actividad comercial, y a acrecentar a riqueza de aquellos que se dedicaban a esta tarea de intercambio, ahora favorecida por la abundante riqueza en metales preciosos, hallados en el nuevo continente.
En los intercambios comerciales dejó de usarse el trueque y a partir del siglo XVI se generalizó el uso del dinero, una medida simbólica representativa de valor, que podía asignar a los productos un valor de intercambio más real, y que cada estado podía emitir, según su respaldo en oro.
Con la actividad comercial, surgió una clase social vinculada a ella, la de los burgueses, llamada así porque sus miembros residían en los burgos o ciudades, dedicándose a tareas vinculadas con el comercio, o las financieras.
Esto se vio favorecido por el auge de la teoría económica mercantilista, que sostenía que cuanto más metales acumule un estado, más rico sería.

La Revolución Industrial:
Pero sin duda alguna el capitalismo se instaló y se expandió como lo conocemos hoy gracias a la Revolución Industrial a mediados del siglo XVIII. Cuando la máquina de vapor y las condiciones sociales en Inglaterra promovieron una apertura del mercado y un incremento en la producción sin precedentes, ahora producir en serie significaba que a través de las máquinas podían fabricarse muchos más productos, y a menor costo, que con el trabajo hecho a mano, o sea, artesanalmente.
En este período el capitalismo agrega entonces, un nuevo elemento entre sus características, ya que será un capitalismo liberal, entendiendo el liberalismo económico como aquella teoría elaborada por Adam Smith (1723-1790), que sostenía que el intercambio comercial debía hacerse libremente, sin intervención estatal. Para él la diferencia en la distribución de la riqueza seguía un orden natural, ya que era más importante el capital, que el trabajo obrero, porque él permitía pagar los costos de producción y generar empleo, y por eso creía lógico que los capitalistas se enriquecieran con su actividad.
A partir de 1850, ocurre la llamada Segunda Revlución Industrial, con nuevos inventos, y la aparición de otras fuentes de energía tales como el carbón y la electricidad, donde se agregan al capitalismo nuevos medios para la producción y circulación monetaria. Las empresas debieron recurrir al uso del capital financiero, a través de préstamos en Bancos, para poder acceder a las nuevas demandas de producción, modernizando maquinarias e incorporando nuevas. En esta época comienza a notarse la concentración de industrias para controlar el mercado, limitando la competencia libre, y por lo tanto poniendo un escollo a la ley de oferta y demanda competitiva, que tendía a regular los precios. Si una misma empresa domina el mercado, le seria más fácil establecer el precio a su antojo, sin que tener que competir con otras del rubro.
En esta época los europeos para expandir más aun sus mercados y conseguir más materia prima para fabricar sus productos se empezaron a fijar en África y algunos países asiáticos como la India para la colonización, una de las carácteristicas del capitalismo, la Globalización.

La Gran Depresión de 1929:

El 24 de octubre de 1929 ocurre el llamado "Jueves NEgro", se produjo una quiebra del mercado de valores de Nueva York, que provocó un prolongado período de deflación. La crisis se trasladó rápidamente al conjunto de la economía estadounidense, europea y de otras áreas del mundo. Una de sus consecuencias más inmediatas fue el colapso del sistema de pagos internacionales.
La debacle económica de 1929 ha concitado la atención de historiadores y economistas como no lo ha hecho ningún otro momento de la historia económica del capitalismo. El debate en torno a los orígenes de la crisis se prolonga, de hecho, hasta los años ochenta, reactivado por la necesidad de dar una explicación fundada a la crisis de las últimas décadas.

Las explicaciones de las causas de la crisis son variadas y complejas, si bien coinciden en la conjunción de diversos factores económicos y sociales, y que, a su vez, se influenciaron recíprocamente. Las consecuencias que produjo el tratamiento de la crisis fueron absolutamente trascendentales, hasta el punto que los historiadores más prestigiosos la responsabilizan directamente de la II Guerra Mundial. Las medidas económicas adoptadas en la mayoría de países produjeron un fraccionamiento de la economía mundial y un fuerte impulso de la autarquía. Se constituyeron bloques monetarios liderados por EEUU, Francia y Gran Bretaña. La fragmentación del comercio mundial afectó de desigual forma a los grandes países. Mientras que Francia y Gran Bretaña pudieron reorientar su comercio hacia sus respectivos imperios coloniales -EEUU lo hizo hacia América Latina-, Alemania, Italia y Japón, por su parte, se volcaron en programas de rearme de gran alcance, en un contexto de tensiones crecientes en el sistema internacional. Esta crisis marcó asimismo el fin de la ilusión acerca de la capacidad del capitalismo para autorregularse, dando paso, bajo distintas modalidades, a la intervención masiva y directa del Estado en los procesos de reproducción económicos.Luego de esta crisis, surgió un nuevo capitalismo, denominado neocapitalismo, donde se dejó de lado el liberalismo, para permitir la intervención del estado en la economía, asegurando a toda la población los ingresos mínimos necesarios. Se produjo una reactivación económica, por ejemplo, a través del plan Marshall, que permitió la reconstrucción de Europa luego de la Segunda Guerra Mundial, pero aseguró la cada vez más indiscutible preeminencia de Estados Unidos sobre el resto del mundo occidental capitalista. Sobrevino el Estado de Bienestar, donde el estado se preocupó por que todos tuvieran acceso a los servicios básicos de educación, empleo, justicia, seguridad y salud. El año 1970 deparó una nueva crisis, desencadenada por el aumento del precio del petróleo. Los estados dejaron de amparar a la población para hacer frente a las deudas que castigaban sus economías, pues la producción se había detenido, y el aumento de precios era incontenible, mientras crecía a la par, el desempleo. Desde esa época el mundo capitalista debe enfrentar progresos y recesos, en períodos cíclicos de bonanzas y crisis, donde el estado de bienestar ya no puede hacer frente a las demandas sociales, castigado por sus presupuestos deficitarios, produciendo una polarización cada más aguda entre ricos y pobres, a nivel interno e internacional, con acceso a las nuevas tecnologías y avances científicos, solo para unos pocos, en un mundo cada vez más globalizado, pero poco solidario.

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