miércoles, 2 de diciembre de 2009

Capitalismo y subdesarrollo en Latinoamerica


Latinoamérica es una región que se ha visto influenciada en gran medida por el capitalismo, ya que por su naturaleza globalizadora tiende a expandirse, esto ha traido consecuencias económicas y políticas notorias en todo el continente. Gran cantidad de gobiernos de América Latina han estado a disposición de las necesidades capitalistas, trayendo atraso en algunos lugares y mucha polemica en general.

América Latina fue conquistada y su pueblo colonizado por Europa para expropiar el excedente económico de los trabajadores y apropiarselo para la acumulación de su capital iniciando así el subdesarrollo del pueblo colonizado y el desarrollo del pueblo colonizador.La relación capitalista metropoli-satelite entre Europa y América Latina fue establecida por las fuerzas de las armas, así como por la fuerza de la creciente viculación económica y de otro tipo se ha mantenido hasta el día de hoy. Así según Andre Gunder Frank empezó el Capitalismo en la región latinoamericana. Y que las principales transformaciones ocurridas en América Latina en los ultimos cuatro siglos han sido prodcuto de las respuestas a las influencias economicas, politicas entre otras que o bien partieron de la metropoli, o bien surgieron de la estructura metropolí-satélite.Exepto en la Cuba Post-revolucionaria, todos estos cambios no han alterado la esencia de esta estructura.

En palabras más simples la presencia del capitalismo en Latinoamerica ha expuesto a la región a la influencia de lo que suceda en los países desarrollados, ya que el caracter globalizador del capitalismo provoca una reacción en cadena a la hora de un percance en la economía de dichos países que repercute en las economías que no están desprendidas totalmente del sistema capitalista.
Por eso muchas personas le acarrean al capitalismo la culpa del subdesarrollo latinoamericano y en general a los paises del tercer Mundo.

La expansión metropolitana neoimperialista —Ahora a través del capital y el comercio de la corporación monopolista internacional— entró de nuevo en pleno empuje, reincorporo totalmente a América Latina al proceso del desarrollo capitalista mundial, y renovó su proceso de subdesarrollo. Las tradicionales relaciones comerciales metrópoli-satélite de intercambio de mercancías manufacturadas por materias primas en condiciones cada vez más desfavorables para América Latina, las crisis y déficits de Ias balanzas de pagos de los satélites, y los incesantes empréstitos compensatorios de emergencia por parte de la metrópoli, recobraron su vieja importancia. Pero ahora estaban reunidos y agravados, y el subdesarrollo estructural de la América Latina ahondado, por el anhelo neoimperialista de los gigantescos monopolios de apoderarse de las industrias manufactureras y de servicios de América Latina e incorporarlas al imperio privado del monopolio. Entretanto, las grandes masas latinoamericanas empobrecían cada día más.
En Ia década de 1950, la corporación de monopolio internacional fue mas allá de la simple instalación de la industria extranjera en el recinto de la barrera tarifaria protectora de América Latina, que garantiza altos precios y beneficios. En primer termino, el taller de montaje y Ia organización comercial extranjeras organizan una especie de sistema subsidiario, en el que los medianos y pequeños industriales latinoamericanos producen partes para la ensambladura local por cuenta del monopolio de la metrópoli, que prescribe su proceso industrial, determina su producción, es el único comprador de Ia misma, reduce su propio desembolso de capital apoyándose en la inversión y crédito de sus contratistas y subcontratistas latinoamericanos, y traslada los costos de las superproducciones cíclicas sobre estos fabricantes, en tanto que reserva para si mismo la parte del león en los beneficios de este arreglo, para la reinversión y expansión en América Latina, para remitirla a la metrópoli y a otros lugares de sus operaciones mundiales .

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